Participación de la compañera Brenda Hernández el grupo Buscando a nuestros desaparecidos y desaparecidas Veracruz, en el Encuentro de Resistencias y Rebeldias “Algunas partes del todo” del EZLN, Caracol de Morelia, Chiapas. Agosto 2025
Compañeros, compañeras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Compañeros y compañeras del Congreso Nacional Indígena
Compañeros y compañeras de colectivos y organizaciones que asistimos a este Encuentro.
Nosotras venimos de la capital del estado de Veracruz, la ciudad de Xalapa. Representamos al Colectivo Buscando a Nuestros Desaparecidos y Desaparecidas Veracruz. Somos 36 familias que estamos en la lucha por la verdad y justicia para encontrar a nuestros familiares desaparecidos, en el marco de una problemática de larga data de desaparición forzada, que se remonta al 2010. Nuestro colectivo nació en plena emergencia del movimiento de victimas, cuando el poeta Javier Sicilia caminó por varios territorios de Mexico y convocó a denunciar esta violencia que transformaba nuestra vida. En ese marco, nosotras nos organizamos y nos vimos en la misma situación de tener a algún familiar que nos faltaba, que no era una o dos familias, sino muchas y que necesitábamos un espacio para encontrarnos. El problema de la desaparición y también la valoración de lo que significa lamentablemente ha crecido tanto que en la actualidad tenemos registro de 46 colectivos que mantienen una lucha como la nuestra tan solo en el territorio veracruzano, quienes buscan a más de 7 mil personas desaparecidas, lo que coloca a Veracruz como el cuarto estado con más desapariciones y el primer lugar en descubrimiento de fosas clandestinas.
En Veracruz, el problema de la desaparición tiene varias razones que involucran la participación del Estado y de grupos criminales, por ejemplo, en el norte y sur resalta la cuestión petrolera como una mercancía que está en disputa y la imposición de megaproyectos que lastiman la vida. En el centro del estado permanece una economía ilegal muy fuerte y existe un persistente Microtráfico de drogas que ha hecho que muchos jovenes sean vulnerados, asesinadas y desaparecidas. A finales del 2009, el gobierno de Fidel Herrera permitió y aceleró el ingreso de grupos armados que ejecutaron masacres y desapariciones masivas en la impunidad, posteriormente Javier Duarte tomó el poder y profundizó la crisis de inseguridad promoviendo un modelo de extorsión y desaparición forzada selectiva, pues en ese tiempo se tiene evidencia de cómo policías a sus órdenes levantaron a muchos jóvenes, hombres y mujeres, que eran torturados en la academia de policía del Lencero, en las afueras de Xalapa. El secretario de seguridad pública de ese entonces también operaba este grupo de policías que funcionaron como paramilitares aliados a la delincuencia. La consigna fue torturar a la gente y enterrarlos en la Barranca de La Aurora, donde actualmente realizamos tareas de búsqueda y hemos encontrado hallazgos, 5 cráneos y un sinfín de elementos óseos.
Nuestra labor ha sido muy conocida porque buscamos a nuestros familiares en los campos, las barrancas y las fosas. Viajamos hasta los puntos donde nos informan por llamadas anónimas y líneas de investigación que las propias familias hacemos y luego informamos a las autoridades. En esos campos usamos herramientas para rascar la tierra, como varillas, palas, cava hoyos y otros instrumentos. En esos lugares inseguros por la vigilancia de la delincuencia y del mismo gobierno, estamos expuestas a diferentes violencias, a climas hostiles y a pesar de ello tratamos que la búsqueda en campo sea un ejercicio de dignidad y de verdad, donde podamos encontrar a nuestros familiares. La recuperación de un cuerpo en una fosa también nos lleva a otra problemática que es la identificación humana. Eso es muy importante porque en el país existen más de 72 mil cuerpos sin identificar.
Es urgente generar las formas de tener equipos multidisciplinares para la identificación humana y devolver la certeza a miles de familias que están en la incertidumbre de no saber de su hijo, hija, hermana, prima, tía, sobrina, papa, de su esposo, esposa.
La lucha de las familias también se dedica a la homologación de las leyes en la materia de desaparición, para empujar a que el Estado mexicano, como responsable directo de este problema, también acceda a generar fiscalías especializadas, comisiones de búsqueda federales y estatales, comisiones de víctimas y los protocolos para la búsqueda en vida de personas y en larga data, que significa que son personas que pueden ser encontradas en fosas, además de victimas de trata. La lucha para que el gobierno acceda a eso no ha sido fácil, pues aunque hay creaciones de ciertas instituciones, la ley no siempre se aplica, por falta de voluntad política y por la ineficacia de las personas que se encargan de las instituciones, además de que no quieren escuchar nuestras demandas, se simula el diálogo y los gobernantes suelen decir que “si” a todo, pero a la mera hora no realizan las acciones y siguen existiendo graves violaciones de derechos humanos que vulnera y criminaliza a las familias de los desaparecidos. En ocasiones, el mismo gobierno estigmatiza a las familias y desaparecidos esta forma busca que la gente no se acerque a escucharnos o estrechar lazos de solidaridad más amplios.
Esta lucha de las familias también ha generado consecuencias negativas en las buscadoras, con particular énfasis en el tiempo de la autodenominada 4T, que aunque dice que es un gobierno de mujeres, tanto a nivel federal como estatal, ha sido el gobierno que ha golpeado más a las mujeres buscadoras, pero sin dejar de lado a los hombres buscadores. El tiempo ha hecho que no solo la vulneración estatal afecte la vida de las buscadoras, sino también el cargo que existe en las familia de la mujer como cuidadora que también las ha desgastado psicológicamente, así como en el nivel económico, y de salud mental. Esto es un factor por el que hoy en día nuestras compañeras no hayan podido venir a compartir con ustedes o tomando la palabra. Esta dimensión de las afectaciones a las buscadoras es poco reconocida, porque después de vivir una desaparición se involucran muchas cosas, muchas emociones, mucho dolor, pero también un anhelo inmenso por encontrar a nuestros seres queridos.
Queremos aprovecha para hacer un homenaje a las y los buscadores asesinados por su labor: Lorenza Cano Flores, Luz Alejandra Lara Cárdenas, Óscar Iván Jiménez Torres, Teresa González Murillo, Leopoldo Valenzuela Escobar, Nepomuceno Moreno Núñez, Sandra Luz Hernández, Bernardo Carreto, José de Jesús Jiménez Gaona, Miriam Rodríguez, Pablo Iván Miramontes, José Iván Orozco Medina, Zenaida Pulido Lombera, María del Rosario Zavala, Francisco Javier Barajas, Aranza Ramos, José Nicanor Araiza Dávila, Jorge Ulises Cardona Zavala, Brenda Jazmín Beltrán Jaime, Rosario Lilián Rodríguez Barraza, Blanca Esmeralda Gallardo, María del Carmen Vázquez Ramírez, Teresa Magueyal Ramírez, Griselda Armas, Angelita Almeraz León, Noé Sandoval Adame, Soa Raygoza Ceballos, Magdaleno Pérez Santos y Teresa González Murillo.
La ausencia de un familiar desaparecido es tan fuerte que tenemos que trabajar en una dimensión muy importante que es la memoria, para que nunca sean olvidados. En Xalapa hemos realizado diferentes actividades para visibilizar la memoria y la prevención de la desaparición, porque pensamos que este es un problema sistémico que involucra a toda la sociedad y todxs podemos ser víctimas. Especialmente las infancias y juventudes, quienes están cada vez más vulnerados por este problema. Creemos que la memoria es esencial porque nuestra lucha es por todas y todos los que nos hacen falta.
Utilizamos la denuncia pública, tomamos la calle, cerramos avenidas, usamos el arte como herramienta de lucha, como pintar murales y grafica para visibilizar a las personas, hacemos pegas de fichas de búsqueda y recorremos las calles difundiendo la imagen de nuestros familiares. También hemos articulado con otros colectivos y personas que no tienen familiares desaparecidos con quienes hemos estrechado lazos de apoyo para colocar la problemática en la agenda pública. Creemos que su apoyo y participación es fundamental para lograr verdad y justicia.
Por último, queremos compartirles dos cosas. La primera es que pensamos que esta lucha que hoy estamos impulsando esta conectada de mucha formas a cómo viven los pueblos el despojo, la represión y la explotación. Muchas de las personas desaparecidas luchaban por la tierra, el territorio, eran incómodos al poder, y pensamos que es necesario pensar más en eso, cómo le vamos a hacer para tener una mirada más compleja de la desaparición en Mexico y articularnos para lucha juntos pueblos y victimas. La segunda es que nuestra lucha es en el fondo una lucha desde el amor, desde la esperanza y desde el cariño que les tenemos a nuestros familiares y que por esa razón no dejaremos de olvidarles, no dejaremos de buscarles y no dejaremos de gritar en las calles: Hasta Encontrarles!
Como mensaje para las y los zapatistas que hoy amablemente nos reciben, les queremos decir: gracias por su palabra que nos han reconocido la tarea de buscadoras, desde unas montañas verdes, cálidas hacia un país desolado lleno de fosas, de ropas olvidadas y de muchas familias marginadas.
Gracias por seguir con su lucha y que nos inspira a hacer otro mundo para algún día habitar con nuestros familiares desaparecidos.
¡Lxs desaparecidxs nos faltan a todxs!
¡HASTA ENCONTRARLES!